En el Chile de hoy, los desarrolladores inmobiliarios están más que de acuerdo en que ya no solo basta con construir, sino que también sus proyectos deben ser un factor más en la ecuación sostenible que busca lograr mejorar la ciudad y la calidad de vida de las personas. Lo anterior, ya sea buscando que sus proyectos cumplan fines medio ambientales (utilización responsable de recursos naturales como el agua) y/o sociales (proyectos de integración), sin obviamente dejar de lado el objetivo económico consistente en obtener una buena rentabilidad.
Si a los desarrolladores inmobiliarios y a las entidades que financian los proyectos se les incentivara con beneficios reales, en el caso de cumplir con objetivos ambientales y sociales, la cadena circular sería más fácil. Esto es, los desarrolladores cumplirían un rol relevante como entes capaces de también cumplir en sus proyectos inmobiliarios con tales fines y los financistas, como actores propulsores en el cumplimiento de dichos objetivos.
Como consecuencia, el regulador y las autoridades administrativas pertinentes, (Direcciones de Obras, Ministerios competentes y secretarías ministeriales, Servicio de Evaluación Ambiental, etc.) mirarían los proyectos y desarrollos inmobiliarios de manera positiva por lo que su tramitación administrativa sería más expedita y contribuiría de alguna manera a otorgar mayor certeza jurídica en la tramitación de proyectos. En definitiva, las comunidades locales que habitan en el área de influencia de los proyectos inmobiliarios, estarían más abiertos a recibir nuevas construcciones.
Ejemplos de objetivos ambientales y sociales son:
– Ambientales: proyectos verdes, con eficiencia energética y reducción de contaminación (polvo o acústica), en su construcción y/u operación, el uso de aguas circulantes (geotermia y otros), y otras medidas tendientes a facilitar el rol del Estado de Chile, frente a las obligaciones asumidas en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – en materia urbanística – ambiental (COP 29).
– Fines sociales o propio de un desarrollo sostenible: La construcción de proyectos de integración social, la Construcción de Strip Centers en proyectos inmobiliarios DS 19, el cumplimiento de los objetivos de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, el cumplimiento de las obligaciones asumidas en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – en materia urbanística – ambiental.
Sin embargo, lo anterior no es una tarea fácil, más bien está llena de desafíos. Se deben buscar mecanismos de incentivos reales y de apoyo a las entidades financieras, que les permitan incluir dentro de sus análisis de riesgos, un elemento más, relacionado con el cumplimiento de objetivos ambientales y/o sociales, a la hora de otorgar financiamientos a los distintos desarrollos inmobiliarios.
Las entidades financieras tendrían que implementar un mecanismo objetivo de cómo medir el cumplimiento del o los objetivos propios de un desarrollo sostenible, de manera de evitar situaciones como el llamado “green washing” o “lavado verde”.
Una vez hecho los análisis previos y acreditados por parte de los desarrolladores el cumplimiento de los criterios que las entidades financieras adopten, lo anterior se podría traducir en que los desarrolladores inmobiliarios podrían obtener algún grado de beneficio en sus respectivos contratos de financiamiento. Y a su vez, para que lo anterior no resulte una carga que deban asumir las entidades financieras, también se debiera buscar un mecanismo de beneficios e incentivos reales para ellas, que les permita adoptar esta política de financiamientos.
La buena noticia es que no estamos lejos de que lo anterior ocurra. De hecho ya existen normativas relacionadas, como lo es la NCG N° 461 de la Comisión para el Mercado Financiero y sus modificaciones, la que, sin referirse directamente a los financiamientos inmobiliarios, ya incorpora temáticas de sostenibilidad en la Memoria Anual de las entidades supervisadas.
Además, está en plena elaboración el Sistema de Clasificación o Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles de Chile (T-MAS), el que buscar identificar actividades medioambientalmente sostenibles y fomentar la inversión en ellas (entre ellas la construcción).
Lo anterior son ideas que buscan incentivar el estudio y mayor regulación de alternativas positivas que podrían beneficiar a los desarrollares inmobiliarios, a las entidades financieras, a las autoridades administrativas competentes y a las comunidades locales, y así vigorizar la construcción y reducir por ejemplo el déficit habitacional del país.
